viernes, 24 de septiembre de 2010

HOY CELEBRAMOS LA FIESTA DE LA MERCED EN CHANTEIRO


Imagen de la Virgen de la Merced de la ermita de Chanteiro, parroquia de Cervás y ayuntamiento de Ares (A Coruña)

Hoy celebramos la fiesta de la Merced en la ermita de Chanteiro, y tendrán lugar  varias misas a lo largo de la mañana: 9,30 h., 10,30 h., 11,30 h. y 12,30 h. la misa solemne seguida de la procesión.


HISTORIA DEL TÍTULO DE LA MERCED (de una página de los mercedarios)
Cuenta la tradición que en los últimos siglos de la Edad Media, los
árabes tenían en su poder el sur y el levante español y las vidas de sus
habitantes en vilo. Los turcos y sarracenos habían plagado el
Mediterráneo, y atacaban a los barcos que desembarcaban en las costas
llevándose prisioneros a muchos.
Un alma caritativa, suscitada por Dios, a favor de los cautivos, fue
San Pedro Nolasco, de Barcelona, llamado el Cónsul de la Libertad. Pedro, se preguntaba cómo poner remedio a tan triste situación y le rogaba insistentemente a la Virgen Maria.
Pronto empezó a actuar en la compra y rescate de cautivos, vendiendo cuanto tenía. La noche del 1 de agosto de 1218, Nolasco estando en oración, se le apareció la Virgen María, le animó en sus intentos y le transmitió el mandato de fundar la Orden Religiosa de la Merced para redención de cautivos. Pocos días después, Pedro cumplía el mandato. Recibió unos cuantos laicos, que
recibieron la institución canónica del obispo de Barcelona, Berenguer de Palou, y la investidura militar de Jaime I. En sus orígenes, pues, constituyeron una Orden Militar, cuyos miembros, los mercedarios, se comprometían con un cuarto voto: liberar a otros más débiles en la fe quedando como rehenes, si fuera necesario. A esta Orden se fueron incorporando algunos sacerdotes para el ministerio episcopal. Su primer nombre fue el de la Orden de Santa Eulalia o de la limosna de los cautivos.
Su nombre definitivo data de antes de 1249. Se sabe que como Orden militar tomaron parte de la conquista de las islas Baleares (1229) y Valencia (1238). Por esta razón el rey Jaime I les otorgó a sus miembros su escudo de armas, que está compuesto por cuatro barras rojas sobre fondo dorado. A este escudo se le agrega la cruz distintiva de la catedral de Barcelona y la corona real como símbolo de la protección real.
De este modo, a través de los miembros de la Nueva Orden, la Virgen Maria, Madre y Corredentora, Medianera de todas las gracias, aliviaría a sus hijos cautivos y a todos los que suspiraban a ella, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. A todos daría la merced de su favor. La Virgen María, dándose a
conocer como La Merced, quiso manifestar su misericordia hacia ellos por medio de dicha orden dedicada a atenderlos y liberarlos. Visita y redención es compartir el cautiverio, es comunicar el amor de Dios y eso es romper cadenas.
La Virgen Maria tendrá desde ahora la advocación de la Merced, o más bello todavía en plural: Nuestra Señora de las Mercedes, indicando la abundancia incontable de sus gracias. ¡Hermosa advocación y hermoso nombre el de Mercedes! Nuestra Señora de las Mercedes concedería a sus hijos la merced de la liberación.
La ciudad de Barcelona se gloría de haber sido escogida por Nuestra
Señora de la Merced como lugar de su aparición y la tiene por celestial
patrona, desde el siglo XIII “¡Princesa de Barcelona, protegiu nostra
ciutat!" y es además patrona de los cautivos (presos) y de muchos
países de Latinoamérica.

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