domingo, 6 de diciembre de 2009

ENTREVISTA DE EL "CORREO GALLEGO" AL EMBAJADOR DE ESPAÑA ANTE LA SANTA SEDE


ENTREVISTA
Vázquez urge a Feijóo que cambie el decreto sobre el gallego

06.12.2009 El embajador de España ante la Santa Sede le recuerda que debe cumplir sus promesas en torno al idioma ·· Da ‘leña’ al Bloque y al propio PSdeG por dejarse comer el terreno durante el Bipartito ·· Rechaza de plano el aborto y tiene claro que el deber de los católicos es defender la vida

MONTSE CASTRO Y KORO MARTÍNEZ • SANTIAGO-ROMA

"Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quién es" escribía Jorge Luis Borges quizás pensando en que algún día un hombre encararía ese destino deseado que, por desgracia, está vedado para la mayor parte de los mortales. Por eso aquellos que logran cumplir el sueño de llegar al punto en el que siempre quisieron estar descubren su identidad y pueden, como dijo algún día Paulo Coelho, "ser dueños de su propio destino". En ese momento saben para siempre quienes son. A Francisco Vázquez le tocó doblemente esa varita del destino que acaricia los sueños. Fue alcalde de su ciudad ("lo mejor que le puede pasar a un político") y es embajador ante la Santa Sede... lo mejor que le puede pasar a un democristiano de profundas raíces. Ahora puede respirar tranquilo y pensar, al menos en su interior, aquello de que "es un hombre que ya sabe para siempre quién es".
Anda Francisco Vázquez con mucho trabajo por el Vaticano. La nueva ley del aborto española, que promueve su propio partido pero que él acata aunque no comparta, le tiene en el punto de mira de los sectores más reaccionarios. Por eso toca acudir a mil citas diplomáticas (en ambos sentidos) para, sirve el simil, templar gaitas, apagar fuegos y frenar tempestades. Pero Vázquez es político curtido y se siente capaz de lidiar toros complicados; de esos que aparentan mansedumbre pero sueltan fuertes cornadas. Vive, además, las horas previas al momento más importante de la Embajada española ante la Santa Sede, con protagonismo especial para el ex alcalde de A Coruña. En dos días, coincidiendo con la Inmaculada Concepción, Benedicto XVI cumple con un rito anual de acercarse a la delegación diplomática de nuestro país, en la plaza de España, para postrarse y orar ante la columna de la Virgen que preside nuestra Embajada. Es un momento de emoción que nuestro protagonista, anfitrión del hecho, vive con especial significación, pese a que los contactos con el Santo Padre forman parte de una rutina desde que se instaló en la Ciudad Eterna.
Pero Francisco Vázquez, además, tiene estos días trabajo extra. Está volcado en que el próximo Año Santo Compostelano sea un éxito. Colabora con la Xunta de Galicia en el montaje de la megaexposición sobre la figura del arzobispo Gelmírez y ayuda a monseñor Julián Barrio en todo lo que le pide para asentar, palabra de Paco Vázquez, "el futuro de una diócesis como la de Santiago que, históricamente, junto a la de Toledo, es la más importante de España". Una pincelada más: el embajador está echando toda la carne en el asador para conseguir que el Papa viaje a Compostela coincidiendo con el Año Jacobeo. Es difícil pero torres más grandes derribó nuestro protagonista que no dudó en repasar con EL CORREO GALLEGO, vía correo electrónico, los temas de más actualidad tanto en Galicia como en España. Sin evadir más preguntas que aquellas que, por las obligaciones de su cargo, requieren ejercer de diplomático.

– ¿Cuáles son, desde su punto de vista, los errores que condujeron al fracaso del Bipartito?

– Es sabido que funcionó como dos gobiernos paralelos. Más que una coalición fue una cohabitación de dos proyectos ideológicamente diferentes y contradictorios entre sí, problema al que se unió el que, incomprensiblemente, fuese el socio minoritario el que estableciese el discurso y las prioridades, como sucedió en el terreno de la lengua, la educación, o en el debate estatutario, donde tan sólo se hacía hincapié en las reivindicaciones de simbología nacionalista, en detrimento de las necesidades y carencias sociales y económicas de Galicia, que son realmente nuestro auténtico problema.

– ¿Aconsejaría Vd. a sus compañeros de partido que en el futuro reprodujesen esa alianza?

– Simplemente les diría que defendiéramos un modelo propio, acorde con nuestra ideología y con una firme voluntad de victoria, sin ningún tipo de complejo, tal como hicimos en La Coruña durante las décadas en que ganamos siempre por mayoría absoluta.

– Después de perder el Gobierno, Touriño abandona el barco y los socialistas gallegos comienzan de nuevo la travesía del desierto, ¿cree que Pachi Vázquez logrará consolidar su liderazgo?

– Estoy totalmente convencido de ello. Conoce muy bien el partido por dentro y tiene una larga experiencia tanto de gestor en su condición de alcalde y consejero como orgánica del propio partido.

– Usted siempre se ha mostrado muy crítico con el tema de la lengua, ¿respalda las tesis de Galicia Bilingüe?

– Siempre he estado en contra de cualquier tipo de imposición. Si hay algo que me repugna no sólo políticamente, es la intolerancia y el fanatismo. El tema de la lengua es el ejemplo más claro del modelo totalitario de sociedad que persiguen los nacionalismos excluyentes. Respaldo consiguientemente no sólo las tesis de Galicia Bilingüe que, por cierto, son personas que han dado un ejemplo de valentía inigualable, sino que además espero y confío que el Sr. Feijoo cumpla con su programa electoral y zanje de una vez por todas esta cuestión tan delicada, tan manipulada y cuya solución es simplemente dejar libertad para que las personas puedan hablar y ser educadas en la lengua que deseen.

-¿Entre los conflictos lingüísticos que ahora mismo vive la autonomía, ha vuelto a aflorar el tema de la L de A Coruña ¿Cree que Javier Losada desaprovechó la oportunidad para recuperarla?

– Esta cuestión la tenía a punto de resolver en los tribunales, pero incomprensiblemente fue retirada por el actual Ayuntamiento, lo que representa una falta de consecuencia en quienes declinaron una postura mantenida por ellos mismos durante 23 años. Lo que se trata simplemente es que se respete el bilingüismo de la sociedad coruñesa y consiguientemente y por tanto se establezca la cooficialidad de su nombre, no prohibiendo ninguno de los dos.

– ¿Es usted partidario de que los gobiernos municipales se sustenten en pactos entre partidos o considera que debería gobernar la lista más votada?

– Siempre he defendido un sistema de mayoría para gobernar los ayuntamientos como el que existe en toda Europa. La mayor parte de las veces los pactos entre partidos conculcan la voluntad popular y paradójicamente se establecen para arrinconar al candidato y al partido más votado. Es legal pero no moral.

– Varias de esas alianzas han derivado en mociones de censura en Galicia ¿Es necesaria una revisión del Pacto Antitransfuguismo?

– El transfuguismo existe cuando hay razones turbias o de interés personal en el cambio del voto, pero en democracia los cargos públicos no están sometidos a mandato imperativo alguno y deben tener plena libertad de voto, sobre todo en las cuestiones de conciencia o incluso cuando una situación de ingobernabilidad aconseje el cambio de Gobierno. Lo demás sería una dictadura de los partidos.

– ¿Deben los socialistas gallegos apoyar a Núñez Feijoo en la modificación del decreto del gallego en la enseñanza?

– Sin duda alguna ya que nuestras posiciones en esta materia son similares. Lo importante es que Núñez Feijoo, como decía antes, cumpla con la palabra empeñada y no olvide que en gran medida su victoria se debió a los excesos lingüísticos que, en materia educativa, impuso el Bloque Nacionalista Gallego. Es más, yo diría que esa fue la principal razón de su victoria electoral del 1 de marzo.

– Mantuvo siempre una cordial relación con Manuel Fraga, cuando él era presidente y usted alcalde, ¿Cree que sería posible reproducir esa relación con el actual presidente de la Xunta?

– Con Fraga la sigo manteniendo. Me envía siempre artículos de periódico o libros relacionados con mis actuales responsabilidades. Siempre nos hemos tenido un sincero afecto y mutuo respeto intelectual y político. En el trato que hasta ahora he tenido con Núñez Feijoo me ha parecido unas persona muy agradable, muy competente y con las ideas claras. Será un buen presidente y sin duda alguna, un político de largo recorrido porque tiene una virtud rara de encontrar, como es la del sentido de Estado.

Política nacional

Sirva esta referencia para enlazar con la segunda parte de la entrevista, dejando de lado las cuestiones gallegas y entrando en los temas de política nacional.

– Llegó hace más de tres años a la Embajada de España ante la Santa Sede, y lo hizo en un momento especialmente tenso en las relaciones entre el Gobierno de Zapatero y el Vaticano. ¿Cómo son esas relaciones en estos momentos y en qué ha cambiado la situación?

– El escenario que encontré estaba muy marcado por las primeras leyes del nuevo Gobierno, principalmente la del matrimonio de personas del mismo sexo. Hoy la situación ha cambiado en la medida en que, a lo largo de estos tres años, hemos formalizado acuerdos muy importantes como es el de la financiación o el de los profesores de religión, cuestiones muy sensibles para la Iglesia. Asimismo hay un diálogo muy intenso en materias de política internacional como es el caso de América Latina, especialmente Cuba, Oriente Medio o África, sobre todo en lo relacionado con el fenómeno migratorio.Las relaciones son muy buenas y las visitas han sido continuas, tanto de la vicepresidenta y del ministro de Asuntos Exteriores de España, como del secretario de Estado Vaticano, cardenal Bertone, a España.

– Sigue habiendo importantes puntos de desencuentro en temas como la reforma de la ley del aborto, a la que tanto la Iglesia española como el propio Vaticano se oponen. ¿Se ha puesto la Santa Sede en contacto con Vd. para transmitir algún tipo de mensaje concreto al Gobierno en esta materia?

– Yo soy un embajador que practica mucho la diplomacia personal. Quiero decir con esto que voy continuamente al Vaticano y en la Embajada me reúno constantemente tanto con responsables vaticanos como con miembros de la Iglesia española. Consiguientemente nunca se necesita transmitir un mensaje determinado ya que, permanentemente, estamos en diálogo sobre las situaciones, podríamos decir, más "conflictivas". En el aborto, la postura de la Iglesia no tiene matices. El compromiso de los católicos es siempre en defensa de la vida.

- ¿A qué atribuye el hecho de que en la última manifestación contra el aborto de Madrid el pasado mes de octubre no acudiera la Conferencia Episcopal como tal, pese a apoyar la movilización? ¿Cree que pudo haber presiones desde el Vaticano para evitara de alguna manera volver a tensar las relaciones con España?

– Los problemas se arreglan hablando y en ningún caso en manifestaciones y algaradas. El compromiso de mínimos que todos buscamos es que en España se pueda reducir sustancialmente el número de abortos, que la objeción de conciencia sea un derecho reconocido tanto en las personas como en las instituciones y, desde luego, que los padres puedan ejercer su patria potestad dejando a salvo en situaciones límites la capacidad de los menores para recabar protección o asistencia.

– Conocido públicamente su reiterado y personal rechazo al aborto como político católico que siempre se ha definido ¿cómo compatibiliza sus propias creencias con el deber de representación de un Ejecutivo que se propone llevar adelante tan importante reforma?

– En el servicio público uno necesariamente no tiene por que estar de acuerdo con todas las decisiones de los gobernantes, pero esto ocurre en todas las actividades de la vida. Yo siempre me muevo desde el campo de los principios ideológicos, esto es de los objetivos finales que se persiguen con la acción política y por tanto como católico me identifico con los valores socialdemócratas, pero siempre desde la autonomía de mi conciencia, como creo que he demostrado numerosas veces a lo largo de mi vida política.

– A nivel personal ¿qué opinión le merece la nueva ley?

– Esta pregunta se la responderé mejor cuando la ley haya pasado el actual trámite de enmiendas y, conforme a la voluntad del gobierno, se haya modificado en algunos aspectos sustanciales a través de las enmiendas presentadas por otros grupos, algo que yo espero y que confío que suceda.

– A la espera de la reforma de la ley de libertad religiosa en nuestro país, y conocida recientemente la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo sobre la supresión de los crucifijos en los colegios ¿en qué términos cree que se aprobará finalmente dicha ley, y cómo puede afectar ello nuevamente a las relaciones con el Vaticano?

– El crucifijo es algo más que un símbolo religioso. Es la principal seña de identidad de nuestra cultura y de nuestra civilización. Es la mejor de las representaciones de los valores democráticos que representan a Europa. Además tiene un indudable valor histórico y cultural. Sería un inmenso error el prohibirlo, un error tan sólo comparable al de imponerlo. Estas cuestiones nunca pueden ser un problema, se solucionan con sentido común y dejándolo a la decisión de las propias personas.

– ¿Hay ya establecidos plazos concretos para la aprobación de la ley de libertad religiosa?

Todavía no. Ni siquiera está elaborado un primer borrador. El deseo del Presidente del Gobierno es el que se apruebe en la actual legislatura.

Un apunte final Francisco Vázquez lleva una muy intensa vida diplomática en Roma. Ahora, tras el acto del martes donde volverá a reunirse con el papa Benedicto XVI, intensificará los contactos para promocionar el Xacobeo en el centro de la Cristiandad. En contacto directo con la Xunta y el arzobispo de Santiago su gran reto, que es su gran ilusión, es poder acompañar al Sumo Pontífice como peregrino en ese viaje a Compostela, para postrarse ante el Apóstol.


“¿Mi futuro? Siempre sirviendo a España donde pueda ser útil”

- El tema de la aportación del Estado a la Iglesia católica, otro de los puntos conflictivos en su momento ¿se puede considerar el acuerdo alcanzado en su día sólido y duradero, o volverán a surgir pronto nuevos desencuentros entre el Gobierno socialista, impulsado por la necesidad de apoyos puntuales de sus socios, y el Vaticano?

- Permítame decirle que un acuerdo en el que he sido cocinero y muñidor, no le quepa a Vd. la menor duda, de que es un acuerdo sólido y duradero. Me limité a aplicar el sentido común propio de mi experiencia como Alcalde, esto es buscar un sistema que llevara mucho tiempo funcionando y sin problemas como era el caso del sistema italiano que fue el que nos sirvió de orientación en las negociaciones para sacarlo adelante.

- Más de tres años al frente de la Embajada ante la Santa Sede, un largo y fructífero camino en muchas materias ¿qué le queda por hacer en este puesto?

- Todavía mucho, sobre todo hacer comprender la dimensión política que tiene el Vaticano y que le da un liderazgo no sólo moral a nivel internacional de primer orden, algo que algunos de mis compañeros todavía no entienden. El Vaticano es como una ONU en pequeño con una capacidad de información y de conocimiento de los problemas, sin parangón con ninguna otra potencia del mundo. Es por tanto un partenaire imprescindible para cualquier nación que quiera tener presencia y peso en la política internacional.

- Como político ¿dónde se ve Francisco Vázquez a corto y medio plazo?

-Siempre sirviendo a España donde se considere que pueda ser útil y no lo digo como una frase redonda, sino porque con los años cada día creo con más fuerza en la bondad de la vocación política y en la firmeza de las convicciones propias.

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